Demos alegría a los demás y emanemos esa luz en todos los ambientes circundantes,porque la alegría es de Dios.
Se un rayo de luz que haga resplandecer la vida de todos los que quieren estar contigo.

Si alguno de los amigos se viera triste, sabría encontrar en ti esa alegría.

Muchas veces anhelamos ser buenos y amables, y se nos quiebran en las manos nuestro propósito del bien.
Pero ser bueno con el bueno no tiene gracia.
El heroísmo está,precisamente,en ser buenos con los malos.
En conservar la calma frente a personas exasperantes.
En ser generosos con personas egoístas.Busca llegar a esos limites y demuestra con tu ejemplo,que sabes ser bueno.